¿Fin del capitalismo?

El primer fin de semana de Octubre estuve en FEDEA en el Social Science en Salamanca.

Para quien no conozca este organismo, se trata de una fundación de estudios de economía aplicada. Donde predominan teorías económicas liberales, neoliberales y anarcocapitalistas.  Muchos compañeros me dijeron que ir allí sería perder el tiempo. Yo les dije que absolutamente todo lo contrario, no me gusta ir a sitios dónde estén absolutamente de acuerdo conmigo, ni me vanaglorien. Me recuerda a los palmeros de los políticos. Yo concibo la política como un choque de ideas y es algo que realmente se ha perdido, dividiendo paulatinamente a la sociedad. Fue por eso por lo que fui allí a hablar sobre el 15M.

  Participé en una ponencia donde se hablaba de de Redes, innovación, finanzas y de si era el fin del capitalismo. Acudí como ponente para mostrar una visión como participante del 15M. (Ya sabéis que ni represento a nadie ni quiero hacerlo. Sólo soy una muestra de un movimiento que es mucho más amplio. Pero tengo la idea de que si no hablamos con medios, si no participamos en eventos o conferencias, perdemos la oportunidad de lanzar todas las preguntas disruptivas que todos nos planteamos.)

En mi ponencia, hablé sobre Bertrand Russel y su reflexión de qué es lo que necesita una sociedad:

1) Bienestar material
2) Una distribución justa
3) Unas condiciones de vida adecuadas a la población
4) Los mayores estímulos y libertades posibles para la vitalidad y el progreso

Plantee la situación del Banco Mundial con respecto al desarrollo que hace con el gobierno chino. Qué es basicamente darles un crédito para que este se los pase a los ciudadanos y ellos se endeuden. Es decir, el gobierno regional con la ayuda del BM va a un población minera donde los trabajadores trabajan 16 horas diarias. Allí les dicen que cierran las minas, que en su lugar hacen fábricas, que harán carreteras y que les darán pisos con todos los electrodomésticos. Claro esta,  las horas en las fábricas harán las mismas pero para una persona que trabajaba en una mina 16 horas el salto cualitativo lo valoran y es por eso que dudo que por lo pronto los chinos se levanten ante la dictadura en la que viven.

Hablé tambien de la fiscalidad y plantee la pregunta que nos hacemos en Democracia Real Ya!.

Si bien es cierto que imponer impuestos altos a las sociedades y ser más duros en en fiscalidad nos cuesta fuga de capitales en el sistema actual, ¿Por qué no se busca un consenso a nivel global para que la fiscalidad sea la misma?

No sé, es cuanto menos curioso que nuestros políticos liberales alaben el proyecto de los países nórdicos cuando allí el estado es bastante intervencionista. Es cuanto menos, contradictorio que aquí apoyen bajada de impuestos y mientras tanto digan que bonita es la educación finlandesa y que mala la española. Patético.

Cuando hablé con la gente del evento, me comentaron que fui bastante crítico y que no aporte ninguna alternativa o solución. En parte es cierto, esa es la debilidad en movimiento que a su vez se convierte en fortaleza. Tenemos bastante claro lo que falla, por lo tanto es nuestra responsabilidad ahora empezar a construirlo. Cómo bien decía la carta de DDHH tenemos que construir un mundo más justo, solidario y libre.
Empecemos a construir una alternativa.

Siempre he apoyado la libertad y estoy en esto porque la sigo apoyando, aquellos que se denominan liberales no apoyan la libertad están apoyando que una serie de personas con nombres y apellidos controlen la libertad y en una reunión pacten los precios del arroz, el trigo y la gasolina. Haciéndonos creer que en el mercado somos libres de elegir. Eso no es libertad, eso es neoliberalismo. Libertad de mercado, es decidir qué tipo de pan quieres comer hoy en una panadería, que tipo de ropa se ajusta más con tu estilo y qué libro te gusta más leer. Es tener la posibilidad de decidir cómo quieres que ese pan llegué, con un trigo que haya sido sometido a un comercio justo, donde el agricultor no haya sufrido la especulación de un comisionista y donde la distribución de la riqueza sea proporcional al esfuerzo de cada uno de los agentes que participan desde que crece el trigo hasta que el pan llegue a tus manos.

El capitalismo empieza a plantearse en muchos de nosotros cómo una opción que hay que dejar atrás, construir otro sistema empieza a ser un deber moral.